TRAUMATISMOS UROLÓGICOS

  • Traumatismo uretral:

Las lesiones uretrales se producen habitualmente en los hombres. La mayoría se debe a un traumatismos en especial lo que se denomina «traumatismo a horcajadas». El traumatismo penetrante es menos frecuente, se puede presentar por ejemplo como resultado de heridas de armas de fuego o, alternativamente, debido a objetos introducidos en la uretra durante la actividad sexual o por una enfermedad psiquiátrica. Las lesiones uretrales se clasifican como contusiones, roturas parciales o roturas totales y pueden ser anteriores o posteriores. Las lesiones uretrales posteriores se suelen presentar en fracturas pelvianas. Las lesiones uretrales anteriores suelen ser consecuencia de una lesión perineal a horcajadas, debido a una caída, un golpe perineal o un accidente en vehículos de motor.

Las complicaciones incluyen infecciones, incontinencia, disfunción eréctil y formación de estenosis uretra.

  • Traumatismo renal:

El riñon se lesiona en hasta el 10% de los pacientes que sufren un traumatismo abdominal significativo. La mayoría de las lesiones renales (85 al 90% de los casos) ocurren a partir de un traumatismo cerrado, por lo general debido a accidentes automovilísticos, caídas o agresiones. La mayoría de las lesiones son de bajo grado. Las lesiones penetrantes suelen ser el resultado de heridas por ara blanca y por proyectiles de armas de fuego y suelen asociarse con múltiples lesiones de tórax y rótanos intra abdominales en especial hígado, intestino y bazo.

  • Traumatismo vesical:  

La vejiga es el órgano más frecuentemente lesionado durante la cirugía pelviana. Tales lesiones pueden producirse durante la cirugía transuretral, procedimientos ginecológicos (con mayor frecuencia histeroctomía abdominal, cesárea, resección de masa pélvica) o resección del colon. Los factores predisponentes incluyen cicatrices por cirugía previa o radioterapia, inflamación y tumores pelvianos. Las lesiones vesicales se clasifican como contusiones o roturas según la extensión. Pueden ser extraperitoneales, intraperitoneales o ambas.

Los síntomas pueden incluir dolor suprapúbico e incapacidad para orinar, hematuria, distensión, shock hipovolémico (debido a hemorragia), y, en el caso de rotura hacia el retroperitoneo puede presentar signos de irritación peritoneal. Casi siempre se producen roturas vesicales no penetrantes en caso de fractura de pelvis.

  • Traumatismo genital:

La mayoría de los traumatismos genitales se producen en varones e incluyen lesiones en los testículos, el escroto y el pene. La mayoría de las lesiones testiculares son consecuencia de un traumatismo cerrado (p. ej., asaltos, colisiones de vehículos a motor, lesiones deportivas); las lesiones testiculares penetrantes son mucho menos frecuentes. 

Las lesiones del escroto pueden deberse a infecciones, quemaduras, avulsiones y mordeduras.

Las lesiones del pene tienen distintos mecanismos. Las lesiones por cierres de cremalleras son las más frecuentes (también pueden afectar el escroto). Las fracturas del pene, que son roturas del cuerpo cavernoso, se producen especialmente durante la actividad sexual; también puede haber una lesión uretral. 

  • Traumatismo escrotal:

Las lesiones escrotales y testiculares pueden tener importantes implicaciones físicas, sexuales, endocrinas y psicológicas ante la pérdida genital. La clasificación de estas lesiones pueden ser:

-Cerrados; (los más frecuentes) que ocasionan lesiones en las estructuras intraescrotales sin romper las cubiertas cutáneas.

-Abiertos; con solución de continuidad en la piel.

– Otras lesiones son las ocasionadas por quemaduras (químicas, térmicas o eléctricas), y por

radiaciones.

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